Se trata de un arcade al más puro estilo con vista cenital donde, depende de la versión, pueden jugar hasta cuatro jugadores a elegir entre cuatro héroes diferentes en un entorno de fantasía medieval. Los diferentes monstruos están bastante bien diferenciados y tienen distintos movimientos. La mayoría salían de generadores que debían destruirse para que la pantalla no se inundara de ellos. Eso sin contar que según pasaba el tiempo la vida iba mermando, así que uno no podía dedicarse a mirar el paisaje. Por otra parte lo bueno es que si jugabas con un amigo, siempre podías resucitar mientras tu compañero siguiera vivo el ratito necesario para hacerlo, así que, mejor coordinarse un poquito.
Máquina Arcade |
Para mí lo tiene todo. Es realmente entretenido, largo, tenías que ir gestionando la vida, las llaves, las mejoras que ibas obteniendo, etc... Además estaba dividido en pantallas o niveles, habiendo en cada una de ellas al menos una puerta que te llevaba a otro nivel, puede ser el siguiente o, cuando ibas conociendo el mundo, buscar alguna otra que te hiciera saltar varios (20 de golpe por ejemplo). Había versiones con 99 niveles y otras con 118, así que no es un número fijo.
Aqui os dejo el juego cogido de World of Spectrum:
Aqui os dejo el juego cogido de World of Spectrum:
No había jefes finales, pero recuerdo la sensación cuando veías a un monstruo llamado "La Muerte", realmente te daban ganas de correr y buscar algún sitio donde pudieras pegarle sin que te diera él. Si te pillaba te empezaba a bajar la vida de una forma nada recomendable e incompatible con el instinto de supervivencia.
Además otra de las cosas que le hizo famoso era una voz sintetizada que iba dándote avisos del tipo "El Mago necesita comida", "El Elfo esta apunto de morir" o alentando a los jugadores con "A ver como vas a salir de aquí".
Resumiendo, un juego digno de recordar, de versionar, como ha demostrado la historia, y por supuesto capaz de inspirar... desde que Atari lo creó ¿Qué juegos han tomado algo de Gauntlet?... Muchos sin duda.
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